Manuel Alvarez Bravo nació el 4 de febrero de 1902 en la Ciudad de México. Fue un incasable fotógrafo desde muy joven, y estuvo activo hasta su muerte a los 100 años.
Trabajó al lado de pintores, cineastas e intelectuales durante toda su vida y fue creador de imágenes memorables. Su archivo se encuentra alojado en la Ciudad de México en su antigua casa en El Barrio de Coyoacán.
Manuel Alvarez Bravo contribuyó también dando clases y conferencias sobre fotografía. Una de sus frases más famosas es:
“El principal instrumento de un fotógrafo son sus ojos. Por extraño que parezca, muchos fotógrafos eligen usar los ojos de otro fotógrafo, sea del pasado o del presente, en vez de los suyos. Esos fotógrafos están ciegos”
En esta frase, no solo hace una declaración importante sobre la mirada y su papel crucial en la labor de la fotografía, sino también, muy abiertamente critica a quienes no ejercitan la mirada y buscan parecerse o adoptar un estilo ajeno. Este concepto, para un artista emergente o un estudiante de fotografía debe ser leído con atención y puesto en práctica sin miedo. Es la honestidad de la mirada lo que permea a través de la imagen y no las intenciones de visibilidad y fama lo que importan.
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