Es una fotógrafa española que ha dedicado su búsqueda a retratar los misterios de las sociedades, las culturas y los pueblos. Su obra se caracteriza por ser un documentalismo clásico que narra historias que son desconocidas para los demás.
Ella dice que comenzó en la fotografía como un juego, robándole la cámara a su padre para recuperar los momentos felices de sus viajes y paseos. Poco a poco fue descubriendo que a través de la fotografía podía crear un vínculo con los demás y fue entendiendo el verdadero compromiso que este tipo de trabajo requiere.
Estudió Pintura y con una beca pudo darle vuelo a su imaginación y descubrir España. La artista cuenta que en ese tiempo conoció el libro de Julio Caro Baroja, el Carnaval, el cual le hizo reflexionar sobre la seriedad e importancia del arte. Le interesó desde un principio, retratar una España que estaba cambiando y usar la fotografía como un testimonio de ello. Mediante su obra ha descubierto que la creación fotográfica tiene tanto que ver con documentar el pasado tanto como prever los cambios que vienen a futuro.
Haciendo fotografía Cristina García Rodero descubrió que su gran pasión era comunicarse con la gente. Trabajar rodeada de personas, sentirse unida a través de sus emociones y sus vidas. Para ella, capturar la expresión de las personas es uno de los mayores retos. La fotografía para ella ha sido una trayectoria de escribir de historias, de la trayectoria de la gente, de la vida social y de cómo somos.
La fotografa ha usado mucho el Blanco y negro como recurso poético, le gusta que esta técnica sirva para separarse de la realidad. Ella explica que es una forma de crear misterios y dar otra dimensión a la imagen, la hace más abierta al espectador, para poder imaginar más sobre lo que pudo haber estado ahí.
Dice la artista que son los valores personales lo más importante para crear. Se puede usar cualquier cámara, hasta con la más elemental se pueden producir imágenes interesantes. Sin embargo, lo que cuenta es la sensibilidad, la creatividad, la dedicación y la honestidad, pero en el fondo es intentar hacer lo mejor posible, entregarse y comprometerse con el trabajo propio.
Mira aquí el trabajo de Cristina García Rodero.
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